Hay varios concursos literarios. Y los quiero ganar todos por la plata, así cubro la linea de sobregiro y las tarjetas de crédito. Pero me ha pasado una suerte de incomprensión, perderé tiempo y el courrier en el envío.
Escribo en cama conectado, mi hija y una amiguita se devoran la teleserie del canal 13. Atardece, no en Algarrobo, como le puse de título en un libro, sino en La Puntilla del Ají.
Viene mi nueva novela, por ahora corre por las venas, como la sangre.