miércoles, septiembre 20, 2006

Escribir me pone mal genio

Es cierto, siento algo en los hombros, respondo en monosílabos, y eso me pasa porque estoy reescribiendo una estúpida historia de amor que escribí hace unos años. la preparo para un concurso de novela corta en Rancagua y otra en España.

Nunca he ganado nada, pero ya pasé la etapa de no enviar manuscritos, participo igual. Y sueño con esos euros, pero más que la plata es para tener la foto de winner, con un tonto diploma para encajárselo a mi profesor de educación física que pensaba que si no era bueno para el rugby era una pérdida para el universo.
Escribir es trascender, y desgasta, y me borra la sonrisa de la boca.
Tres días sin reir, ¿me moriré?

sábado, septiembre 16, 2006

Al estilo Tony Soprano


No creo que sea el mio, definitivamente.
Primero, me enredo en sus valores, si es que los tiene. Como tan puta madre.
Segundo, porque haya inflación me parece último andar gaurdando la plata en fardos en la basura escondidos en el alpiste.
Tercero, ¿como tantas minas?
Pero esta maldita ponchera que me crece cuando me acerco a los 36, me entra a preocupar.
Tony Soprano, se cree bonito, y no lo es, porque es un gordo pelao, que camina como si tuviera herpes.
Pero gana más plata que yo, a pesar que es malo.
A los buenos no siempre nos cae la plata del cielo.
Tony, Gandolfi, se las trae. Tiene carácter.
..Al menos el jueves llega mi auto nuevo, a puro crédito, a pesar que en mi banco me dijeron que no era sujeto de crédito.
Puf, Tony, help me.

sábado, septiembre 02, 2006

un pequeño gran señor


En septiembre sale un artículo mio en la revista Pagina UNo www.paginauno.cl Pues bien aqui va un relato agradable de una persona interesante que conoci.:
FRANCO SIMONE:
Pequeño Gran Señor
Por www.rodrigosolo.com


El ésta lejos, en Salento, un lugar de la bota itálica.
Pero he estado cerca de Franco. Un tipo cool.
Me lo topé en la van que nos llevó al ensayo en el festival. Chiquito él, muy sonriente; andaba con su manager, su mujer y su hija. Yo acompañaba a Arroyo, vocalista de Canal Magdalena. Esa tarde él ensayó con la Myriam y con Cristián.
De la Fuente, un señor de barba cana nos recibió en su carácter de director del evento. Top, ni me lo creía. Estaba junto al ganador del año 74 de San Remo y nos tuteábamos.
“Esta tercera vez es más emocionante, vengo más adulto, percibo distinto las cosas. No creo que exista un festival en el mundo como éste”, me confesó.
Y claro, esa noche, tras la apertura de Charly García. Luego cantaron Los Nocheros (esa noche creo que cerró INXS). Luego vino él, y en el cuarto tema interpretó TU SIEMPRE TU…. “está lloviendo, quieres dar un paseo” con mi representado.
Estuve tras bambalinas absorbiéndolo todo. Y luego ingresó la Myriam. Otro dueto impecable.
Pero eso no fue nada.
O sea, si fue, pero yo pensaba que este tipo se iría con los más caperuzos de este evento al Casino o al Hotel O´higgins. Pero tras una entrevista en la disco Ovo, se me acercó y me dijo: “Bien Rodrigo, ¿dónde celebramos todos?”.
Conseguimos el segundo piso del Oleolé, un restorant de la calle San Martín. Comimos pizzas.

Los chicos de Canal Magdalena invitaron a sus amigos y terminamos farreando ahí, celebrando puros pijes junto a un gran cantor.
Pero otra sorpresa. Franco quería cantar.
Partió con Ave María, Volver a los diecisiete, y de ahí no lo paró nadie. Cada uno de los del público le fue pidiendo su favorita como Puerto Montt y otras. Su maestro lo acompañaba con su teclado, y parecía orquesta.
Estuve cerca de Franco una vez. Y como a las 5 llegó el dueño con una cuenta de 400 mil. Estuve a punto de pagar, pero el cantor se me acercó en el mesón, miró al dueño y le preguntó:
- ¿Sabes cuánto vale un concierto mio en exclusiva?
La situación tuvo un segundo de tirantés.
- No se preocupen por la cuenta, pero, señor Simone, ¿nos podríamos sacar una foto con usted mi señora y yo?
El músico me cerró el ojo, yo guardé la chequera.
-Encantado, que vengan todos los muchachos del local además, los cocineros y las camareras, como toda una familia.

Esa foto no me la guardé yo, pero, quizás está en el restaurant en la entrada.