lunes, octubre 09, 2006

Vida mía...


Hoy me recordaron que me pusieron los cuernos.
Eso me puso triste, llegué a mi casa y mi perro dálmata estaba muerto. El otro perro seguro lo mató.
Arrendé La Mujer De Mi Hermano, otra mujer infiel, más aún con el hermano de su marido.
Mientras, me la he pasado leyendo a Fuguet de quién me encontré un libro a 6 lucas que resume sus crónicas.
Esté huevón se me adelantó, y también Bayly.
Puta, es una noche de golpes, mochilas que uno lleva en la vida, y me recordaron que varios en mi barrio sabían que la mamá de mi hija me los puso bien puesto, quizás por ello se fue de este país.
Ya no le quedaba cara.
Creo haberla perdonado, pero no la situación de haber sido un giripollas.
Pero las traiciones están en este mundo loco a la orden del día, y el final de La mujer de mi hermano me deja lelo.
Al menos a mi me gustan las mujeres y duele, la que hoy más quiero, me haya recordado de una manera cruda que todos en mi barrió sabían que me ponían los cuernos.
Si es que lees esto alguna vez Dévora: púdrete.....me cagaste bien cagado, y, lo peor de todo, no me di cuenta sino un mes después que me fui.