Todos los días uno se cruza con historias, todos las tenemos, la verdad. Unas más turbias que otras.
Una persona me confesó por qué no fue al funeral de su padre.
Y ese hueón era un tarado así que se merecía estar sólo dentro de un cajón.
Pero es rara la vida, la gente a veces acepta hasta que se corta el elástico.
Otra persona, una mujer, vivió la violación de su padrastro, y así, pobres mujeres a veces que tienen que soportar cosas como éstas.
Yo no soy el Chapulín Colorado para defenderlas pero, les digo: no sean giles chicas, apechugen, superen esas adversidades de la vida.
No puede ser que duerman con un fierro en la cama porque el señor alcohol despierta instintos primitivos en estos dioses masculinos.
Ya vendrán los nuevos tiempos: cercenamiento de miembro, y fin de los valientes.
Yo propongo, y lanzo mi candidatura a Presidente.