Una mujer vive con su esposo pero no vive.
Extraño. Así me contaron hoy.
Uno vive para interiorizarse del otro, para proyectar, soñar juntos....hasta que la muerte nos separe.
Pero a veces, antes de la muerte, llega el tedio.
¿Una cuestión de fe?
Claro, de valores, pero las cosas no son como antes. Al menos, a mí el tejado se me rompe.
No es tan fácil lidiar con cada día, con los problemas, con las crisis, con los aburrimientos y frustaciones. Me dijieron en esta conversa que por ella si la cosa no se mejora se tira al Metro. Imagen dantesca, que va.
Quizás porque ando en paz, tratando de hacer cada cosa mejor, mejorar, superar, tratar de ver el lado positivo. pero no todos pueden pensar así, ni menos yo obligarles.
Es así, hay personas con pena deambulando,..y pensar que a mí me faltan horas.
¿Quién tiene horas de sobra que me venda para seguir construyendo aunque sea castillos imaginarios?