Necesito un velero.
Porque vivi días tensos y no logré lo esperado.
Pense en darle vueltas más al asunto pero fue, ya viene otra oportunidad en noviembre. Por ahora necesito un velero.
Quiero elevar anclas y poder encerrarme en mi mismo, en mi tormenta de sueños y defectos.
A veces siento que no encajo porque puedo oir un fin de semana que no soy afectivo, no trasmito, soy poco cariñoso. Y yo sólo me acurruco y duermo. pero no es suficiente, por eso vivo solo en una casa de campo, perdido entre el barro de mi entrada y las ramas de las zarzamoras.
En cinco años cumpliré 40, y creo que recién me transformo en escritor que mastica sus ideas y cuentos diariamente.
Ahora escribo no como válvula de escape sino más bien por contar una historia. Mi historia, una historia muy solitaria.