sábado, septiembre 13, 2008

escribir escribir escribir

me zambulli en Mario Sharpe, una novela de un reportero que va en la entrevistas soñada con el hijo de un general parecido al otro.
Es como catarsis la cosita, me retengo a veces, pero luego fluye.
esta si es la historia, sip, madurez, tincada, mientras disfruto a Victor Hugo. Quien me viera leyendo a Los Miserables casi 20 años después.
Y veo la guata de mi mujer que me dice que falta poco. Y viene otro integrante al club.
Interesante, por decirlo menos.